sábado, 26 de julio de 2014

Trapilleando. De bolso de mano a funda de e-book

Mi primer contacto con el trapillo no podía ser perfecto... Yo quería un bolso de mano coqueto. Todo pintaba bien. Encontré un blog donde explicaba cómo hacerlo, "sin ton ni son". Empecé con ganas e ilusión porque avanzaba rápido, pero cuando ya había hecho más de cinco vueltas me di cuenta de que era demasiado grande, así que lo desbaraté todo y volví a empezar... Más cadenetas, más puntos bajos, más puntos rasos, más vueltas en redondo... A medida que el bolso crecía me daba cuenta de que quizá era un poco más pequeño de lo que me había propuesto, pero no estaba dispuesta a deshacerlo nuevamente. Completé la labor. ¡Definitivamente muy pequeño! Coqueto, pero nada práctico. 





Pero mi primer trabajo en trapillo no podía quedar sepultado en el fondo de un cajón, así que me puse a pensar posibles utilidades... para guardar las trabas de la ropa (demasiado pequeño también), como estuche de lápices (nada práctico porque no le había puesto cremallera)... Y me acordé del e-book que me acababan de regalar. ¡Qué alegría al comprobar que cabía a la perfección! Queda bien sujeto, por lo que no hay riesgo de que se salga a pesar de que no le puse ningún tipo de cierre.




A pesar de todo, no he perdido la ilusión de tener mi propio bolso de trapillo. Ya tengo preparado un nuevo ovillo de un tejido más fino... ¿Qué me deparará?

¡A trapillear!